Cuando decíamos en el artículo anterior que la medicina convencional no busca curar las cusas sino sólo quitar los síntomas, quizás fue una afirmación demasiado general. Pero lo que no se puede negar es que la medicina convencional, mira demasiado a lo pequeño, busca un virus, una bacteria o ahora un fragmento de ADN que culpar de la enfermedad. Desde el punto de vista cientificista, no cabe duda de que es algo espectacular y extraordinariamente complejo. Quizás buscando la razón última de las cosas, nos perdemos de ver el conjunto del todo. Hoy necesitamos especialistas en cada rama de la salud, si tiene dolor de espalda, el especialista de la espalda le pueden mandar un calmante que le puede producir dolor de estómago, entonces tendrá que ir al especialista del estómago que quizás le mande algo para el estómago, que le puede producir insomnio, entonces tendrá que ir al especialista del sueño que le mandará otro medicamento. Seguramente de esta cadena de especialista quien más beneficio obtiene no será usted sino las multinacionales farmacéuticas, que curiosamente son las que más invierten en formar especialistas.
La ciencia ha demostrado que una gran cantidad de medicamentos naturales que usan los médicos chinos son placebo o cuanto menos, engaños que no sirven para nada. Pero, en cualquier hospital chino, el paciente lo primero que encuentra es un señor que mirándole el pulso, el olor corporal, el color y las marcas de la piel y la lengua, hace un diagnóstico global y holístico de la persona que le permite practicar una medicina barata y efectiva para los pacientes. Para ello le mandará un plan total de vida, que comer y como, cuanto descansar y trabajar, que medicamentos tomar y en definitiva estará tratando a la persona completa. Sus conocimientos están reglados de forma que el paciente recupere la salud “ganándosela” desde su esfuerzo personal, no “culpando” a un virus o “justificando” su enfermedad con una bacteria extraña y no poniendo sus esperanzas en un medicamento que parece que le viene bien a la “mayoría” de las personas. En occidente tenemos médicos que todavía hablan con sus pacientes y les pregunta no sólo por su salud sino también como le va la cosecha y si la vaca parió. Son los médicos rurales. Evidentemente, cuando la cosa se complica, tienen la “suerte” de mandar a su paciente a un hospital, pero, si trabajaran para no perder la salud y no para curar la enfermedad, pocos especialistas y hospitales harían falta. Por cierto, en la antigüedad, los médicos chinos cobraban mientras el paciente estaba sano, si enfermaba el paciente, tenía que curarlo gratis y si su paciente moría, le ponían un farol rojo en la puerta al médico. La prevención es el mejor método de salud. Suena a tópicos pero: una alimentación equilibrada donde se incluyan todos los grupos de alimentos. Reposo suficiente, donde dormir temprano y levantarse temprano puede dar vida. Reír cuanto se pueda, abrazar a todo el mundo, (no se corte, diga que practica la abrazoterapia), también llorar (¿porqué los hombres no lloran?), son pilares de prevención. Disfrutar del trabajo, darles suficiente amor y atención a los hijos y los amigos, bastarse con lo que uno tiene y tener una actitud positiva, sabiendo que no existen los problemas, porque cada uno de ellos nos da la oportunidad de crecer como persona. Si usted quiere practicar alguna disciplina como el yoga el Tai Chi o simplemente el salto del palo o la siesta, también se lo agradecerá su salud. Es decir, no hace falta ser chino para tener salud, los auaritas que vivían en armonía con la naturaleza, nos pusieron las pautas para vivir en esta maravillosa tierra.
Salud.
Manuel Ramos.
Posted by david on 23/11/2005 at 13:50
con optimismo infinito todo es salud