Salud y Vida Natural.
Título: La manipulación de alimentos.
Hace poco, Jens el director de la revista, me sugirió que hablase de la manipulación de los alimentos. Cuando me puse a la tarea, pensé que era un tema súper aburrido y que además, ya todos sabemos los daños que nos produce los edulcorantes, colorantes, formas de envasado y conservación de los alimentos que encontramos en el mercado. En la isla, no son pocos los que si pueden, se decidieron a cultivar de forma ecológica sus alimentos, o comprarlos en sitios con esa garantía.
La otra manipulación.
Por esto, me parece interesante hablar de la otra manipulación, la de las personas que preparan los alimentos. En otra ocasión, hablando de las precauciones que toma Eva Katharina para llenar los frascos de esencias, ella no permite que nadie que no tenga la debida actitud mental, realice este trabajo. Al preparar nuestra comida, quizás no nos demos cuenta que le ponemos, además de los ingredientes, nuestra propia energía y si ésta es negativa, con prisas, rutinaria o forzada, le estamos poniendo también ese ingrediente. Muchas veces, cuando una comida nos sabe bien, y le preguntamos por los ingredientes, nos dicen que “está hecha con amor y alegría”.
Abrir la lata, calentar y comer, este eslogan es el que nos venden los fabricantes, conociendo que estamos tan ocupado en nuestras cosas o llegamos tan cansados a casa, que creemos que esta forma de comer es la mejor. Si pudiéramos medir el grado de salud que un alimento nos puede dar por esta razón, seguro que apartaríamos más tiempo para hacer la comida “con alegría y amor”.
El ingrediente secreto.
Cuando salimos a comer por la isla, tenemos tal variedad de ofertas donde elegir, que podemos fijarnos si tiene ese ingrediente secreto. Por ejemplo, me encanta comer en el 5º pino, porque mientras hace la pizza, el cocinero habla con nosotros y además, casi siempre está alegre y sus comentarios son positivos. Seguro que tú conoces otros sitios.
En los establecimientos de comida para llevar, las vendedoras también casi siempre están alegres, pero, me pregunto: “¿que actitud mental pusieron los cocineros?”, levanto la mirada hacia la cocina y si están riendo, no me importa tanto que con las risas se olviden de poner la sal, pero le están poniendo el ingrediente secreto.
Me encanta cuando en un restaurante, el camarero te explica sin que tú se lo preguntes, que las lechugas son de su huerto, de cultivo ecológico, e incluso te invita a verlo.
En casa.
Estás en tu santuario, el responsable de lo que haces eres tú. En tu laboratorio (tu cocina), los ingredientes, la preparación y presentación, la decides tú, y no me vale la excusa de decir que estás cocinando sólo para ti, ¿es que conoces a alguien más importante?
La próxima vez que me invites a comer, te preguntaré si le pusiste el ingrediente secreto y si no se lo pones, te invitaré yo a comer a mi casa y te puedo asegurar, que cada uno de los pasos que siga en la cocina, los daré pensando en nosotros. Verás como te chupas los dedos.
Salud
Manuel Ramos