“Cuanto más vieja se vuelve la gente, más joven se siente y más posibilidades tiene de ver a la tercera edad como una época lejana, que empieza cada vez más tarde, según los resultados de un sondeo realizado en los Estados Unidos y difundido esta semana”.
Que la cara es el espejo del alma, ya lo hemos comentado en otros artículos y forma parte de la sabiduría popular, pero ahora podemos decirlo de otra manera más técnica. El Centro de Investigaciones Pew, entrevistó a más de 3.000 personas a partir de 18 años de edad. Parece que lo de quitarnos primaveras no tiene nada que ver con el sexo pero si con la edad.
La estadística comenzaba a ser interesante cuando se llegaba a los 50 años, aquí la media decía sentirse con 10 años menos. Si tenían más de 65 años y le preguntaban que edad apreciaban tener, casi todos se quitaban entre 10 y 20 años.
A la pregunta de ¿cuando empieza la vejez? en promedio se contestaba que a los 65 años pero, si los encuestados ya tenían esta edad respondían que la vejez empieza a los 75 años.
“La encuesta descubrió no sólo una brecha entre la edad real y la que la gente siente tener sino también que esa percepción aumenta a medida que uno va envejeciendo”
«La vejez comienza siempre unos años más allá de la edad que uno tiene» aseguró Jeffrey Love, director de investigaciones en el centro que realizó este estudio.
Que la edad no esta en el DNI, sino que esta en el corazón, es algo que conocemos por nuestros sentimientos. Al enamorarme a los 58 años, siento las mismas mariposas en el estómago que sentí cuando me enamoré a los 20 años. Los colores y sonidos que me rodean son más intensos y armoniosos. La vitalidad es mayor y las ganas de vivir y de emprender nuevos retos y proyectos, están más a flor de piel que nunca.
Un antiguo cuento sufí describe esto de forma muy interesante: “Tres ancianos hablaban sobre las dificultades y achaques que les venían con la edad. Dos de ellos estaban de acuerdo pero el tercero disentía y razonaba sus apreciaciones con la siguiente historia: -ayer intenté mover un baúl muy pesado que tengo en mi casa y me ocurrió lo mismo que cuando tenía 20 años, no pude moverlo. Por lo tanto tengo la misma fuerza que tenía cuando era joven”.
Una actitud mental positiva, puede hacer milagros. Por esto, deberíamos tener cuidado no sólo con lo que comemos, eligiendo alimentos con vitalidad, una buena higiene de descanso y trabajo, elegir un lugar libre de contaminación de cualquier tipo, estar enamorado de tu pareja y de la vida y vigilar con que alimentamos nuestra mente. La campaña de miedo sobre la gripe A, ha conseguido más enfermos, que la misma enfermedad.
Salud.