En La Palma una madre me citó porque su hija no conseguía dormir bien, después de hacerle un test de kinesiología descubrimos que tenía “exceso de color naranja”. Al visitar su dormitorio descubrimos que hasta las paredes eran de este color, le sugerí que fuera poniendo toques del color complementario y la niña poco a poco consiguió un dormitorio más colorido y un sueño más reparador. En Gran Canarias para otro chico la solución fue más sencilla: una almohada de color violeta lo calmó lo suficiente como para conciliar el sueño. Los colores de la naturaleza nos da una pista para una higiene natural, sólo mira una puesta de sol, al final, el último color es violeta y nos dice que es hora de dormir.
Fisiología del sueño.
En muchas ocasiones encuentro personas insomnes que usan lo que yo llamo “ortopedia química” es decir: toman sustancias naturales o de farmacia para poder dormir y les pasa como al que usa un bastón porque le duele un poco la pierna. Al final necesitará ese bastón siempre.
Somos esencialmente un laboratorio de química. Aparte de las vitaminas, minerales, nutrientes y de más, poseemos unas sustancias polivalentes que llamamos hormonas. Hoy hablaremos esencialmente de dos: el cortisol y la melatonina. Simplificando mucho podemos decir que son las que nos pone en marcha (el cortisol) y la que nos deja al ralentí (la melatonina) para dormir.
El cortisol: Esta hormona juega un papel importante en el ritmo circadiano, estando alta por la mañana (actúa de despertador natural) y disminuyendo gradualmente durante el día. La melatonina: En cierto sentido produce el efecto contrario que el cortisol, ya que es la hormona que nos ayuda a dormir, aumentando su nivel por la noche y estando baja por la mañana. Si tomamos hormonas artificiales, nunca podremos regular las nuestras, naturales
Soluciones naturales.
La vida surgió en la Tierra hace quizás unos 4.000 millones de años, desde entonces nuestros antepasados adaptaron su vida a los cambios del ambiente. Desde que Edison encendió su primera lámpara eléctrica hasta ahora han pasado 125 años, comparado con 4.000 millones de años es sólo un suspiro. La humanidad se acostumbra poco a poco a estos cambios y ahora pensamos que somos más listos que nadie y que esto no tiene importancia.
En algunas regiones de África algunas tribus tienen lo que llaman la “cabaña de las mujeres” donde se reúnen para dormir todas las mujeres de la tribu cuando tienen el periodo menstrual que les aparece a todas el mismo día. Estas regiones donde ocurre este hecho tan especial son zonas donde todavía la luz eléctrica no existe por lo que la glándula pineal sólo recibe luz durante el día y las noches de luna llena, sirviendo este hecho para regular su ciclo menstrual a todas las mujeres.
Como decíamos anteriormente las hormonas son influenciada por la cantidad de luz, por eso conviene evitar la televisión, pantallas digitales y luces fuertes en las horas previas a acostarse.
Una cura radical del insomnio podría ser pasar 3 semanas seguidas sin iluminación eléctrica desde las 8 de la tarde, usar velas, todas las que quiera porque no es la cantidad sino la calidad, parece que los 50 hercios por segundo, es decir, la luz se enciende y se apaga 50 veces por segundo lo que nos estresa, esto no es “natural”. Evitar los estímulos fuertes antes de dormir como por ejemplo el deporte o ducharse y como no el tipo de alimentación. Dormir en el sofá lo que no se pudo dormir por la noche, esto es una mala costumbre. Y para los que se lo puedan permitir, no poner el despertador sino levantarse con la luz del día sería un regulador perfecto de nuestras hormonas. Para saber más puede ver mi serie de artículos “La vida es sueño” en www.arcoirisdesalud.com